- ¡Qué desastre! Bueno el papel de Amanda no me salió mal, pero con el de Julia no pude, tenías que haberles visto la cara.- Mi padre me miraba riéndose mientras me servía la sopa.
- Bueno pequeña, no vas a llegar y besar el santo, tendrás más oportunidades, si no se te cruza otra paloma claro.- Se reía de mí, y yo no le veía la gracia.
- No es gracioso, he quedado fatal delante de de esa gente, y si vuelvo a tener otro casting con ellos van a pensar “mira, la de las palomas”.
- No es gracioso, he quedado fatal delante de de esa gente, y si vuelvo a tener otro casting con ellos van a pensar “mira, la de las palomas”.
- ¿Quién es la de las palomas?- Mi hermana Nai estaba entrando por la puerta de casa, que comunica con la tienda, que está abajo.
- Yo soy la de las palomas, ¿tú no tendrías que estar abajo?
- He subido a comer, Delia esta abajo, subirá a comer cuando llegue Lus. ¿Qué es eso de las palomas?- Cogió un plato y una cuchara y se sentó a mi lado.
Delia y Lus son mis otras hermanas. Lus es la pequeña, tiene diecisiete años, después de que ella naciera mi madre se marchó y dejó a mi padre con cuatro niñas para él solo. Delia es la más mayor, tiene veinticuatro, y Nai está en medio de Delia y de mí, es la más responsable de las cuatro.
- Qué tarde llega Lus hoy, ¿no?- Preguntó mi padre.
- Si, me dijo ayer que tenía un examen largo… ¡No tenía un examen largo! Está con los exámenes de selectividad, nadie le ha dicho nada ¿verdad? Nos va a odiar- Nos habíamos olvidado, es la pequeña y nos olvidamos de ella, que desastre - Me voy ahora a recogerla y la llevaré a tomar algo, cambiaré a quien esté en la tienda sobre las seis y media. Adiós.
Tenía los exámenes en mi facultad, por eso nuestros exámenes ya han acabado.
Cuando llegué a la puerta ella estaba sentada en un escalón esperando.
- Has tardado.
- Lo siento mucho, acabo de comer.
- Ya, que bien, yo no he comido aún. ¿No me recogía papá? Dijo que me llevaría a ver una exposición de objetos de “Perdidos”.
- Pues te voy a llevar yo, pero tienes que comer antes, ¿qué te apetece?
- Se ha olvidado, otra vez. Siempre os olvidáis de mí.
- No es verdad, tenía que quedarse en la tienda. Vamos que me derrito aquí fuera. Eres un poco friki, porque eso de la exposición…
Cuando llegamos a la tienda mi padre estaba atendiendo a unos clientes, detrás de la caja.
- ¡Niñas!- Gritó y salió a abrazar a Lus. Ella salió corriendo y subió las escaleras hasta casa.
- ¿Qué le pasa?
- Papá, es la pequeña, pero no es tonta, sabe que te olvidaste de recogerla, se ha distraído un rato, pero sabes que no se la olvidará fácilmente. Me quedo un rato aquí, sube a hablar con ella.
- No va a querer hablar conmigo, pero quédate que tengo que recoger arriba. Esta noche vendrá a cenar Roberto, espero que no os importe.
- ¿Ese es el del hijo de la edad de Lus? A mí me da igual que venga, no sé si cenaré aquí.
- Si, y también viene a cenar. Y si cenarás aquí.
está super chulo!!!!
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