martes, 24 de mayo de 2011

Capítulo 5: ¿Yo? No

Todas se quedaron un poco alucinadas y Belén fue la primera en hablar:

- ¡Ay madre! Verás tu abuela, pobre.
- Ja ja ja. Su abuela esta curada de espanto.- Contesto Pilar.- Pero ¿tu padre va a meter en un hotel a Lus y al chico ese? No tiene ni idea de lo que hacen ¿no?
- Pues no, cuento con que Nai o Delia le quiten la idea de la cabeza, supongo que si no lo consiguen siempre podemos chivarnos, total, a mí el chico no me hace mucha gracia. De todas formas no creo que Nai quiera pasar sus vacaciones con nosotros, las tiene en agosto y creo que prefiere ir a la montaña.
- Espera, ¿en agosto? Pues solo quedamos tú y yo en casa.
- ¿Dónde vais vosotras?- Pregunté mirando a Raquel y a Belén.
- Pues yo me voy a Roma con mi familia, es un viaje de la iglesia.- Me respondió Belén.
Nos quedamos esperando la repuesta de Raquel, que nos miraba, pero obviamente no nos estaba escuchando. El otro día nos dijo que a lo mejor se iba, pero no dijo donde.
Chasqueé los dedos delante de su cara para llamar su atención.- ¿Qué donde vas en agosto?-.
- ¡Ah! Perdona, voy a hacer un curso de la universidad en otra ciudad-. Y no dijo nada más.
- Pero ¿Qué curso? ¿Por qué no me has dicho nada? Ya te vale, a mi también me viene bien tener créditos extra.- Le dije bastante molesta, pero no me contestó, cogió su móvil de la mesa y se salió al jardín.- ¿Qué le pasa? Está mas rara que un perro verde.
Cuando dije “perro”, Trece levantó la cabeza y me miró como si estuviera hablándole a él.
- Paso de ella. Pili siempre puedes o podéis -se me escapo una risita- venir con nosotros, donde caben ocho caben nueve y medio.- Las tres nos echamos a reír.
Me quedé pensando en el curso que iba a hacer Raquel, era muy raro que yo no me hubiera enterado de que era o de dónde iba a ser. Íbamos a clase juntas y todas esas cosas también las solemos hacer las dos, no me podía creer que no me hubiera dicho nada. Algo no andaba bien.
- Pobre de tu abuela- Seguía diciendo Belén
- ¿Mi abuela? Ya, el otro día se tiró en paracaídas y ha cambiado el rubio de su pelo por un tono morado casi rosa. Di más bien pobre de mí.

1 comentario:

  1. abuela marchosa - 1
    padre - 0

    jajaja
    estoy segura de que mi abuela sería así si no le dolieran las rodillas

    ResponderEliminar